miércoles, 15 de junio de 2011




miércoles, 8 de junio de 2011

EDUCACION MEDICA

Cada vez mas instituciones  educativas han empezado a ofrecer cursos de medicina alternativa. Por ejemplo, la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona ofrece un programa de medicina integrativa bajo la dirección del Dr. Andrew Weil que adiestra a médicos en varias ramas de la medicina alternativa que «ni rechaza la medicina convencional, ni adopta prácticas alternativas sin sentido crítico.»[2] En tres investigaciones separadas, en las que se encuestaron las 125 escuelas que ofrecían un título en medicina, las 19 que ofrecían uno en osteopatía y las 585 escuelas de enfermería de los Estados Unidos, se halló que el 60% de las escuelas que ofrecían un título en medicina, el 95% de las que ofrecían uno de osteópata y el 84,8% de las de enfermería enseñaban también medicina alternativa (Wetzel et al 1998, Saxon et al 2004, Fenton & Morris 2003).
En el Reino Unido ninguna escuela médica ofrece cursos que enseñen la práctica clínica de la medicina alternativa. Sin embargo, ésta se enseña en varias escuelas como parte del plan de estudios. Esta enseñanza está mayoritariamente basada en la teoría y la comprensión de la medicina alternativa, haciendo énfasis en la capacidad de comunicarse con especialistas en medicina alternativa. Para conseguir aptitud en la práctica clínica de la medicina alternativa, deben obtenerse títulos de sociedades médicas particulares, donde el estudiante debe haberse graduado y ser un médico cualificado. La Sociedad Médica Británica de Acupuntura, que ofrece certificados médicos en acupuntura a doctores, es un ejemplo.
En España ninguna universidad imparte formación reglada en medicinas alternativas. La formación en estos temas está desarrollada en centros de formación sin acreditación oficial o, a lo sumo, con reconocimientos de países extranjeros con legislación no homologada a la española.

[editar] Apoyos a la medicina alternativa

Los partidarios de la medicina alternativa sostienen que las terapias alternativas suelen proporcionar al público servicios no disponibles en la medicina convencional. Este argumento cubre diversas áreas, como la participación activa del paciente, métodos alternativos para el manejo del dolor, métodos terapéuticos que apoyan el modelo biopsicosocial de la salud, remedios para preocupaciones sanitarias específicas, servicios de reducción de estrés, otros servicios sanitarios preventivos que no son típicamente parte de la medicina convencional, y por supuesto cuidados paliativos de la medicina complementaria, que son practicados por centros oncológicos tan mundialmente renombrados como el Memorial Sloan-Kettering (véase Vickers 2004).

[editar] Eficacia

Los partidarios de la medicina alternativa sostienen que los diversos métodos alternativos son eficaces en el tratamiento de un amplio rango de dolencias leves y graves, y sostienen que trabajos de investigación recientemente publicados (como Michalsen 2003, Gonsalkorale 2003 y Berga 2003) demuestran la eficacia de tratamientos alternativos específicos. Afirman que una búsqueda en PubMed halló cerca de 370.000 artículos de investigación clasificados como medicina alternativa publicados en revistas reconocidas por Medline desde 1966 en la base de datos de la National Library of Medicine (tales como Kleijnen 1991, Linde 1997, Michalsen 2003, Gonsalkorale 2003 y 2003).
Los partidarios de la medicina alternativa sostienen que ésta puede proporcionar beneficios a la salud mediante la participación activa del paciente, ofreciendo más opciones al público, incluidos tratamientos que simplemente no están disponibles en la medicina convencional.
«La mayoría de los estadounidenses que consultan a terapeutas alternativos recibirían con entusiasmo la posibilidad de consultar a un médico bien entrenado en la medicina tradicional que tenga también una mentalidad abierta y buen conocimiento de los mecanismos de curación innatos del cuerpo, de la influencia de los hábitos de vida sobre la salud y de los usos apropiados de los complementos dietéticos, hierbas y otras formas de tratamiento, desde la manipulación osteopática hasta la medicina china y ayurvédica. En otras palabras, quieren ayuda competente para moverse por el confuso laberinto de opciones terapéuticas disponibles en la actualidad, especialmente en aquellos casos en los que los enfoques convencionales son relativamente ineficaces o perjudiciales.» (Snyderman, Weil 2002)
Algunos médicos está dispuestos a adoptar diversos aspectos de la medicina alternativa.
Aunque los partidarios de la medicina alternativa reconocen que el efecto placebo puede jugar un papel en el beneficio que proporcionan las terapias alternativas, hay que destacar que el efecto placebo también influye en la medicina convencional. Por tanto señalan que esto no disminuye su validez. Los escépticos están desconcertados por este punto de vista y afirman que es un reconocimiento de la ineficacia de los tratamientos alternativos. Un antibiotico o una vacuna es eficaz sin necesidad de efecto placebo y se puede administrar sin que el paciente lo sepa y sin que sea administrada por una "compasivo sanador". La llamada medicina alternativa no tiene nada semejante que ofrecer.

[editar] Menor riesgo cuando se usa como complemento de la medicina convencional

Una importante objeción a la medicina alternativa es que se practica en lugar de los tratamientos médicos convencionales. Siempre que los tratamientos alternativos se usen junto con los tratamientos médicos convencionales, la mayoría de los médicos hallan la mayor parte de la medicina complementaria aceptable (Vickers 2004). En consonancia con estudios previos, el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) estadounidense informó recientemente que la mayoría (54,9%) de los estadounidenses usaban la medicina alternativa en conjunción con la convencional (CDC Advance Data Report nº 343, 2004).
Los pacientes deben sin embargo informar siempre a sus médicos de que están usando medicina alternativa. Algunos paciente no lo hacen temiendo que esto dañe la relación con su médico. No obstante algunos tratamientos alternativos pueden interferir con los tratamientos tradicionales. Un ejemplo es la combinación de quimioterapia y la toma de altas dosis de vitamina C, que puede dañar gravemente los riñones.
El problema de la interferencia entre la medicina alternativa y la convencional se minimiza cuando sólo se recurre a la primera tras agotar todas las posibilidades de la segunda. Muchos pacientes creen que la medicina alternativa puede ayudar a sobrellevar enfermedades crónicas para las que la medicina convencional no ofrece cura sino sólo cuidados paliativos. Se está haciendo más común que el propio médico sugiera a sus pacientes alternativas cuando no puede ofrecer un tratamiento.

[editar] Críticas a la medicina alternativa

Debido al amplio rango de terapias que se consideran dentro de la «medicina alternativa», pocas críticas se aplican a toda ella.
Las críticas dirigidas a terapias específicas de la medicina alternativa van desde las bastante leves (el tratamiento convencional se cree más efectivo en un área particular) hasta la incompatibilidad con las leyes conocidas de la física (por ejemplo, en la homeopatía).
Los partidarios de las diferentes formas de medicina alternativa rechazan las críticas por estar supuestamente basadas en prejuicios, intereses económicos o ignorancia. Los opositores a muchas formas de medicina alternativa rechazan buena parte de las «pruebas» a favor por no cumplir condiciones requeridas por la medicina tradicional, como los experimentos de doble ciego, por ejemplo.

[editar] Eficacia

[editar] Falta de ensayos adecuados

A pesar del gran número de estudios sobre terapias alternativas, los críticos sostienen que no hay estadísticas sobre exactamente cuántos de estos estudios fueron experimentos controlados, de doble ciego y arbitrados o cuántos produjeron resultados a favor de la medicina alternativa o de partes de la misma. Sostienen que muchas formas de medicina alternativa son rechazadas por la medicina convencional porque la eficacia de los tratamientos no ha sido demostrada mediante ensayos aleatorios controlados de doble ciego. Algunos escépticos de las prácticas alternativas señalan que una persona puede atribuir alivio sintomático a una terapia por lo demás ineficaz debido a la recuperación natural de la enfermedad o a la naturaleza clínica de ésta, al efecto placebo o a la posibilidad de que en realidad nunca tuviera originalmente la enfermedad[3].

[editar] Problemas con ensayos y estudios conocidos

Los críticos sostienen que la predisposición del observador y su pobre diseño (no es habitual el uso del doble ciego en estos ensayos) invalidan los resultados de muchos estudios llevados a cabo por promotores de la medicina alternativa.
Aunque una revisión de la eficacia de ciertas técnicas médicas alternativas para el tratamiento del cáncer (Vickers 2004) halló que está demostrado que la mayoría de estos tratamientos no funcionan, señaló que varios estudios encontraron pruebas de que el tratamiento psicosocial de los pacientes por parte de psicólogos está relacionado con una mayor posibilidad de supervivencia (aunque comenta que estos resultados no se han reproducido consistentemente). La misma revisión, a pesar de advertir específicamente que «las terapias complementarias para los síntomas relacionados con el cáncer no forman parte de esta revisión», citaba estudios que indicaban que varias terapias complementarias pueden proporcionar beneficios como, por ejemplo, reducir el dolor y mejorar el estado de ánimo de los pacientes.
Algunos arguyen que se realiza menos investigación sobre la medicina alternativa porque muchas de sus técnicas no pueden ser patentadas, y por tanto hay poco incentivo económico para estudiarlas.
La investigación farmacéutica, por el contrario, puede ser muy lucrativa, lo que da como resultado la financiación de ensayos por parte de compañías farmacéuticas. Mucha gente, incluyendo profesionales de la medicina convencional y alternativa, sostienen que esta financiación ha llevado a la corrupción del proceso científico para aprobar el uso de fármacos, y que trabajos escritos por terceros han aparecido en importantes revistas médicas arbitradas (Flanagin et al 1998, Larkin 1999). Incrementar la financiación de la investigación de técnicas médicas alternativas era el propósito del National Center for Complementary and Alternative Medicine. El NCCAM y su predecesor, la Office of Alternative Medicine, han gastado más de 200 millones de dólares en estos estudios desde 1991. La Comisión E, división independiente de la Agencia Federal Alemana de Salud, ha estudiado muchos remedios herbales para determinar su eficacia[4].

[editar] Seguridad

Los críticos sostienen que «las terapias dudosas pueden provocar la muerte, heridas graves, sufrimiento innecesario y desfiguraciones»[5] y que algunas personas han sido heridas o han muerto directamente por causa de diversas prácticas o indirectamente por diagnósticos erróneos o por la subsiguiente elusión de la medicina convencional que ellos creen verdaderamente eficaz[6].
Los críticos de la medicina alternativa están de acuerdo con sus partidarios en que la gente debe ser libre de elegir qué método de asistencia sanitaria desean, pero estipulan que debe ser informada sobre la seguridad y eficacia del método que elijan. La gente que elige la medicina alternativa puede pensar que están escogiendo una medicina segura y eficaz cuando puede que sólo obtengan remedios de curandero.

[editar] Retraso en la búsqueda de tratamiento médico convencional

Los críticos afirma que aquellos que han tenido éxito con una terapia alternativa para una enfermedad leve pueden ser convencidos de su eficacia y persuadidos para extrapolar dicho éxito a alguna otra terapia alternativa para una enfermedad más seria y potencialmente fatal. Por esta razón, sostienen que las terapias que confían en el efecto placebo para definir su éxito son muy peligrosas.

[editar] Mayor peligro cuando se usa como complemento de la medicina convencional

Un estudio multicentro noruego examinó la relación entre el uso de la medicina alternativa y la supervivencia al cáncer. Se siguió durante 8 años a 515 pacientes que recibían tratamiendo médico estándar contra el cáncer, de los cuales el 22% usaban medicina alternativa concurrentemente.
El estudio reveló que la tasa de mortalidad era un 30% más alta en los usuarios de medicina alternativa: «El uso de medicina alternativa parece predecir una supervivencia menor al cáncer.»[7] hay que considerar que el fin de la terapia alternativa no es alargar la sobrevida y sí mejorar la calidad de vida. Y se sabe que muchos enfermos terminales ven alargado su sobrevivencia a expensas una pobre e indigna calidad de vida.

[editar] Problemas de regulación

Los críticos afirman que algunas ramas de la medicina alternativa no están a menudo adecuadamente reguladas en algunos países en cuanto a identificar quiénes las ejercen o saber qué formación o experiencia deben poseer. Los críticos arguyen que la regulación gubernamental de una terapia alternativa concreta no exige que dicha terapia sea eficaz.

[editar] Véase también

MEDICINA ALTERNATIVA

La medicina alternativa es un término que designa las diversas prácticas que no pertenecen al reino de la medicina clínica,[1] y cuya efectividad no ha sido probada consistentemente.[2]
También se emplea el término Medicina Natural y Tradicional para designar un conjunto de procedimientos o ‘terapias’, empleadas con el fin de curar o ‘sanar’ a las personas, que carecen de denominador común, excepto la falta de evidencias científicas de su eficacia. Tales procedimientos no están reconocidos institucionalmente en la gran mayoría de los países y usualmente se ejercen en el ámbito de la práctica privada o por personas que no poseen un título otorgado por alguna institución oficial.
La ineficacia de algunos de estos procedimientos ha sido demostrada por ensayos clínicos rigurosos en repetidas ocasiones, algunos desde hace más de un siglo.,,.[3] [4] [5] Otras supuestas terapias se basan en argumentos místicos, tanto de las religiones orientales como las occidentales. Diagnósticos o tratamientos que serían calificados de mala práctica y sancionados en muchos países al ser ejecutados por un médico, en otros lugares pasan inadvertidos al ser aplicados por un practicante no titulado de la denominada medicina natural, tradicional o alternativa.
El daño potencial por aplicar estas prácticas siempre está presente, a causa del retraso que se origina en aplicar el medicamento convencional que realmente pudiera aliviar o curar al paciente, lo que a medio o largo plazo puede incluso resultar fatal en una dolencia progresiva. Este es un factor que rara vez se toma en cuenta por quienes prescriben o toleran estas "terapias".
Cualquier práctica de medicina alternativa puede dejar de serlo si su eficacia quedara contrastada experimentalmente de forma científica, por lo que la distinción depende de los estudios disponibles hasta el momento. No existen por tanto dos tipos de medicina; sólo se puede considerar como tal a la que prueba sus fundamentos y eficacia, aunque sea de modo parcial. Sin embargo, es usual que quienes se dediquen a tales prácticas no consulten la literatura científica, proponiendo como novedoso algo que ya ha sido desechado hace mucho tiempo como inefectivo o incluso dañino.[6]